LOCALIZACIÓN
El Chive, Lubrín (Almería)
DESCRIPCIÓN
Dependiendo de la zona y de la evolución de la receta los papaviejos se elaboran con patata cocida a la que se añade la harina. En esta ocasión ofrecemos una receta en la que la patata no está presente”. Los ingredientes necesarios para su elaboración son: limones, leche, huevos, canela, sal, bicarbonato, azúcar al gusto y harina de trigo. En primer lugar, se baten los huevos y posteriormente se les añade la canela, la raspadura de limón, el azúcar y la leche. Cuando toda la mezcla esté homogénea se va agregando harina hasta que la masa vaya espesando poco a poco, pero debiendo quedar suficientemente líquida y elástica. Se pone el aceite a calentar y, una vez bien caliente, se va dosificando la masa con una cuchara grande dejándola caer delicadamente sobre el aceite. Cuando éstos estén dorados se sacan y se rebozan en azúcar y en canela molida al gusto.
ROL DE LAS PERSONAS
Los papaviejos en Almería se consumían preferentemente en Semana Santa. En El Chive según la tradición oral, en el seno de las familias, se elaboraba con ocasión de la celebración de las distintas fiestas del año, principalmente en la estación invernal, se elaboraban alimentos que podían ser fácilmente ingeridos por las personas de mayor de edad del núcleo familiar, por las deficiencias dentales que en tiempos no muy remotos presentaba la población adulta en la zona. Dicha tradición explica el nombre de «papaviejos» que deriva de la expresión «papa para viejos». Dicha receta, que es elaborada tradicionalmente por las mujeres de la familia, es utilizada es distintas fiestas y celebraciones, destacando como alimento/merienda en la celebración del «jueves Lardero» en distintas localidades o como postre de las fiestas navideñas. Aunque, también es cierto, que forman ya parte de la tradición culinaria de la comarca, de forma que cualquier excursión o merienda en el campo suele ir acompañada de un canasto de “papaviejos La forma de transmisión de este plato es generacional. En el pasado, los “papaviejos” eran el desayuno habitual de los trabajadores del campo en esta zona, su fácil, rápida y barata elaboración determinaron su habitual elaboración en las cocinas de los habitantes de Lubrín.