Los paneles cerámicos

LOCALIZACIÓN

Por la región

DESCRIPCIÓN

La decoración en cerámica con motivos estéticos y religiosos (y con temas publicitarios) han llenado las calles de las diferentes localidades de la comunidad valenciana desde al menos el siglo XVI. Existían hornos artesanos especializados que confeccionaban dichas piezas para decorar palacios, ayuntamientos, edificios religiosos y gremios artesanales. La tova, el azulejo, el ladrillo gordo y el delgado, el tablero grande y pequeño, las tejas y las cintetas, los azulejos pequeños y medios, componen por calidad, cocción y peso los moldes para su fabricación en serie para ser empleados en la arquitectura valenciana. Los adornos son un complemento más que rematan cúpulas y tejados, acabados vidriados en azul, dorados o verdes, se producen en los hornos de Manises. Azulejos de flor suelta y grande, sin barniz, dorados, de dibujo, de greca verde, rameado, buñuelo, de rosal, de tulipas verdes, etc. son parte de la gran variedad de posibilidades que se aplicaban a las composiciones ilustrativas del momento. Por otro lado, La azulejería religiosa es uno de los signos externos más característicos de la religiosidad popular de las comarcas valencianas, y popular por cuanto, a su colocación y culto, mayormente, emana de la voluntad del pueblo, siendo éste el verdadero artífice de las fiesta que tradicionalmente han girado en torno a los paneles cerámicos devocionales de las calles.

ROL DE LAS PERSONAS

Estas decoraciones cerámicas están protegidas por el Gobierno de la región con la figura de Bien de Relevancia Local que no llega a considerarse en la categoría de Bien de Interés Cultural. Sin embargo, asociaciones vecinales y artísticas claman por su protección ya que las fachadas de las calles han sufrido muchas alteraciones y provocaron la desaparición de muchos ejemplares.