Mercado de Santa Caterina
LOCALIZACIÓN
Barcelona
DESCRIPCIÓN
Santa Caterina, inaugurado en 1848, fue el primer mercado cubierto de Barcelona. Desde 2005, la cubierta vuelve a ser su elemento diferenciador. Y es que la última reforma ha hecho del mercado un referente de la arquitectura contemporánea y un punto de interés turístico. El tejado ondulante y llena de colores ya se ha convertido en un nuevo símbolo de Barcelona. En 1997 los arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue reformaron el mercado originario obra de Josep Mas i Vila. El proyecto sólo mantiene 3 de las 4 fachadas originales y levanta un esqueleto de hierro, acero y hormigón que, en el interior del edificio, sobresale entre la estructura de arcos de madera que forman el techo. Pero sin duda el protagonismo del nuevo mercado se lo lleva el tejado: una enorme estructura ondulada cubierta por 200.000 hexágonos de cerámica de 67 colores diferentes. Obra del ceramista Toni Cumella, representa las frutas y verduras que se venden en las paradas y llena la zona de luz y color. La puesta en marcha del mercado ha contribuido a dinamizar el barrio. Ahora reúne bajo el mismo techo las paradas de producto fresco, un supermercado, restaurantes y la exhibición de los restos del antiguo convento dominico.
ROL DE LAS PERSONAS
Hoy en día, el marcado de Santa Caterina destaca por la calidad y la variedad de sus productos y, generalmente, acoge a menos visitantes que la Boqueria, hecho que lo convierte en un espacio más tranquilo. Mediante la organización de una Asociación de comerciantes, en dicho mercado se realizan dinamizaciones que impulsan su atracción. El comerciante del mercado se distingue, ante todo, por su vocación de servicio al cliente. Además, el consumidor del siglo XXI está cada vez más preocupado por la calidad de lo que come, y, en este sentido, el tendero del mercado de proximidad es un interlocutor perfecto, porque conoce muy bien el producto que vende –en muchos casos lo elabora él mismo- y puede dar el asesoramiento que demanda el cliente.