Cerco de Artajona

LOCALIZACIÓN

Artajona

DESCRIPCIÓN

La singularidad del Cerco de Artajona en la Comunidad Foral de Navarra estriba en que es el único ejemplo de fortificación popular medieval que se ha conservado. El Cerco de Artajona se adapta a la forma irregular del cerro en el que se asienta. Se trata de un recinto fortificado de arenisca, que encierra los restos de un castillo, una impresionante iglesia-fortaleza y un caserío apretado, de calles angostas, algunas empedradas que, finalmente, acabaría por expandirse extramuros, dando origen al barrio del Arrabal. Hoy en día se conservan dos portales primitivos que dan acceso a su interior, el de San Miguel y el de Remagua. Las murallas cuentan con un paseo de ronda y 12 torres prismáticas (de tres solo están los cimientos) –de las 17 que llegó a tener (Segura, 2009), aunque los autores no se ponen de acuerdo en el número exacto–, que datan del s. XII, mientras que la iglesia fortificada de San Saturnino, declarada Monumento Histórico Artístico en 1931, se levantó en el siglo XIII. Su carácter defensivo se manifiesta por varios motivos: el grosor de sus muros, la prevalencia del lienzo frente a vidrieras, el paseo de ronda, entre otros.

ROL DE LAS PERSONAS

En 1999 el Cerco de Artajona fue declarado Bien de Interés Cultural y todas las intervenciones llevadas a cabo en el mismo se han supervisado por la Institución Príncipe de Viana primero y por la Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra después.