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DESCRIPCIÓN

La confección de una bota suele tratarse de un negocio familiar, con taller y tienda conjuntos, y sus producciones son pequeñas. Las herramientas utilizadas son tijeras, cuchillos y agujas. La materia prima son pieles de cabra curtida libres de pelaje, que se mojan, y luego, con moldes de hierro, se cortan. Seguidamente, se cose a mano y a máquina. La primera vez para hilvanar y la segunda para el cierre de la bota. Una vez seca, se vierte en ella la pez líquida (mezcla de aceite y resina) caliente por toda la superficie interior para impermeabilizarla. Posteriormente, se coloca el brocal (ahora de plástico, anteriormente de madera) formado por bisagra, trampilla y tímpano. Finalmente «se cura” remojándola en vinagre.

ROL DE LAS PERSONAS

Las botas son utensilios integrados completamente en el imaginario popular. El medio fundamental para transportar y conservar el vino sirve además como recipiente para beberlo. «Beber en bota » formaba parte de los pequeños ritos de paso para los niños-jóvenes, llegando a establecer competiciones sobre la altura a la que se colocaba la bota y el arco. Las mujeres no solían hacerlo en público.