Con tres días que me quedan a mí, y tres que me presta mi compañero abril, te voy a hacer reir

LOCALIZACIÓN

El Berrueco

DESCRIPCIÓN

Marzo es un mes impredecible y así nos lo cuentan en el Berrueco se cuenta que hubo un hombre que preocupado por sus ovejas le pidió al mes de marzo que hiciera bueno, y a cambio él le entregaría un cordero; marzo se lo concedió. Cuando faltaban tres días para que terminase, el mes pidió al pastor el cordero a lo que el hombre contestó -Ah, yo ya tengo mis corderos salvados, no haber hecho buen tiempo- marzo furioso le dijo » Con tres días que me quedan a mí, y tres que me presta mi compañero abril, te voy a hacer reir», y en esos seis días hizo tan malo, tan malo, que mató a las ovejas. El pastor por salvar a alguna, metió un carnero bajo un caldero , pero le dejó el rabo fuera y este se le heló; así marzo se vengó bien del pastor.

ROL DE LAS PERSONAS

El pastoreo en este pueblo iba habitualmente de la mano de las chicas más jóvenes de cada familia que acompasaban su vida a la de las ovejas hilando, mientras las acompañaban. En verano, como durante el día buscaban sombra y se amurriaban -metían las cabezas unas debajo de otras- las pastoras se podía ir a casa porque ni se movían. Por la noche, desde últimos de junio hasta septiembre las jóvenes se quedaban en el campo y llevaban a las ovejas «a carear «, a comer. «Las ovejas eran muy señoritas» dicen en el pueblo; de día se amurrian y de noche comen.