LOCALIZACIÓN
Sureste de Madrid
DESCRIPCIÓN
En el Valle del Tajuña, al menos desde el siglo XII se documenta la existencia de una importante red de molinos harineros hidráulicos que recorría el curso natural del río y cuya actividad se mantuvo en activo hasta los años sesenta del siglo pasado. El actual edificio data de principios del siglo XVIII, posee varios cuerpos superpuestos, siendo el central el custodio del mecanismo de molturación. Las dos alturas culminan en una cubierta de teja cerámica a cuatro aguas. Aunque el molino ha sido reformado en varias ocasiones para mejorar sus prestaciones, la modificación que más transformó su configuración externa se llevó a cabo en el primer tercio del siglo XX, y supuso la instalación de una turbina eléctrica alimentada por carbón que, obligó a levantar la singular chimenea de su fachada principal
ROL DE LAS PERSONAS
Museizar antiguos edificios, oficios, y otros elementos patrimoniales es una política cultural que tiene como fin la conservación de los «saberes». Los molinos del Valle del Tajuña se conforman como elementos que dan valor al paisaje y a los municipios en tanto son «testigos» de un pasado nada lejano, que se nos muestra de manera didáctica pero ya alejados de su función social primera. Abastecer de harina bien para pan, alimento fundamental de la dieta, o para alimento de los animales. Los molineros eran vistos por la comunidad como sujetos algo «fuera» de las normas y forma de vida de los demás, y crea numerosos referentes que lo muestran; coplas y romances crean estereotipos que muestran a las molineras con una vida «más ligera» que el resto de las mujeres del pueblo.