LOCALIZACIÓN

Orense

DESCRIPCIÓN

Producto con I.G.P. Las piezas son alargadas y redondeadas en sus extremos, con una hendidura transversal en el centro de su parte superior, denominada «fenda», que le da a la pieza su aspecto característico, quedando dividida en dos partes iguales abombadas y ensambladas entre sí. Existen dos tipos de presentaciones que se diferencian por su peso y dimensiones:

Pieza o «Poia»: Con un peso entre 1 y 1,2 kg., y una relación ancho/largo próxima a ½, con un ancho entre 15 y 18 cm y un largo entre 32 y 38 cm.

Media pieza o «Molete»: Con un peso entre 0,5 y 0,6 kg. y una relación ancho/largo próxima a ½, con un ancho entre 9 y 11 cm y un largo entre 22 y 27 cm.

En todo caso, la corteza es gruesa, de espesor variable, incluso en una misma pieza, oscilando aproximadamente entre 0,5 y 1 cm. Tiene consistencia dura y rígida, con rotura crujiente y con tendencia a hacer láminas. El color es desde dorado hasta castaño oscuro, y su sabor es tostado. La miga es esponjosa, fibrosa y firme, con un alveolado no muy abundante, distribuido de forma irregular y de tamaño muy variable. Tiene un color apergaminado, que recuerda al del grano de trigo entero, y un sabor intenso a trigo.

ROL DE LAS PERSONAS

Los orígenes de San Cristovo de Cea, así como su tradición panadera, transcurrieron paralelas a la historia del Monasterio Cisterciense de Santa Maria La Real de Osera , Monasterio de Oseira: origen del Pan de Cea Monacato que nunca dejó de lado las prácticas de la molienda y la panificación, proveyéndose de los recursos necesarios para tal fin, siendo la Villa de Cea principalmente la suministradora del Pan. Desde su localización, en un cruce de caminos, de los cuales el más importante y transitado, por diferentes motivos, durante todos los tiempos era- y sigue a ser -el que se dirige a Santiago de Compostela, San Cristovo de Cea paso a ser «La Villa del buen Pan» , paradigma y referente en la provincia e incluso en toda Galicia.