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DESCRIPCIÓN

Al amanecer es cuando se inician los trabajos de la matanza, el matancero o matanchín realiza el sacrificio y el despiece, la sangre se recoge en un barreño o mondonguera son la acción continúa de removerla para evitar la coagulación. Mediante el fuego con rastrojos se sanea la piel, y se inicia el despiezado y colocan las piezas en cuencos, según el destino que vayan a tener. Las mujeres desarrollan casi todos los trabajos de preparación de las carnes y embutidos, en u rápido proceso para evitar el deterioro. Mientras se pican las carnes, se van cocinando a la brasa, las presas adobadas, acompañado todo con vino de pitarra. El trabajo se mezcla con el jolgorio festivo, siendo quizás la matanza del cerdo ibérico, el eje de la gastronomía extremeña.

ROL DE LAS PERSONAS

El ritual de la matanza del cerdo, que se realiza en noviembre o diciembre, es todo un símbolo de la cultura popular extremeña. La matanza también se ha convertido en un gran acontecimiento social, que traspasa los límites de la familia y se transforma en una gran fiesta que patrocinan restaurantes y ayuntamientos. Unos para promocionar su empresa y otros para estrechar lazos entre vecinos o entre pueblos fronterizos como es el caso de la que se celebra en Cedillo (Cáceres) con el Día Internacional de la matanza.