Conjunto de huerta, noria y cocedero de altramuces

LOCALIZACIÓN

Monasterio (Badajoz)

DESCRIPCIÓN

Se trata de un conjunto de inmuebles e ingenios que ocupan un espacio alrededor de un manantial sito en un espacio de dehesa. El conjunto, en lo puramente arquitectónico, integra las más destacadas técnicas constructivas de buena parte de la provincia, (piedra seca; mampostería; tapial; y ladrillo.) Del mismo modo, configura un peculiar conjunto testigo de la ósmosis existente entre dos espacios muy diferentes: la dehesa y la huerta, merced a la presencia de agua, lo que permitía el mantenimiento de la segunda y el tratamiento del altramuz, recurso de la primera en relación con el ciclo del engorde del cerdo durante la etapa estival. Lo más relevante de esta red de procesos de trabajo es la inserción de la huerta en un ecosistema como el de la dehesa. Por otro lado, el agua del manantial extraída a través de la noria permitía el mantenimiento de una crucial infraestructura que permitía garantizar al ganado porcino el aprovechamiento de una legumbre autóctona, el altramuz o “chocho”, cultivado en estos últimos espacios, pero inaprovechable en ausencia de tales ingenios. De ese modo, el canal que parte de la noria conduce el agua, respectivamente, al cocedero de altramuces y a las albercas de endulzado próximas. Tras cosecharse las legumbres en verano, las mismas se depositan en la caldera de hierro del cocedero, alimentado con leña o carbón vegetal, para proceder a su correspondiente cocción.

ROL DE LAS PERSONAS

Declarado por la Junta de Extremadura Bien de Interés Cultural dentro de la categoría de Bien de Interés Etnológico en abril de 2012. Los seis elementos de los que consta el conjunto (Noria, huerta, albercas, cocedero, canal y casa de hortelano), aun no formando parte de un mismo proceso de trabajo, han de entenderse como un todo, en tanto conforman una red de aprovechamientos, producciones y transformaciones de recursos que sólo fueron posibles merced a la presencia de un importante acuífero o manantial. Toda esta estructura de aprovechamiento tradicional forma parte del saber de los vecinos que han sabido transmitir sus conocimientos de generación en generación y que ahora se pueden contemplar a pesar de la ausencia de su uso.