LOCALIZACIÓN

Cuenca

DESCRIPCIÓN

Cañamares (Cuenca) aporta el 90% de la producción de mimbre en España. Lo primero que se hace para cultivar el mimbre es preparar el terreno con un subsolado profundo o buena labor de vertedera que se aprovecharía para enterrar el estiércol durante los meses de octubre y noviembre. Existen diversos métodos de plantación de las mimbreras: se puede plantar en surcos, en terreno llano o en montones. Sea cual sea el método, hay que conservar una distancia entre hileras que oscila entre 70 y 80 cm. La época adecuada de plantación es de mediados de marzo a mediados de abril. La recolección en la zona se realiza durante todo el invierno, en la parada invernal de la planta y una vez ha caído la hoja. El corte lo realiza un operario con desbrozadora. Un segundo operario agrupa los varas de cada cepa. Un tercer operario recoge las gavillas que ha dejado el anterior, las agrupa y las ata con las mismas varas de mimbre. Una vez cortadas se clasifican por tamaño. De acuerdo a la altura de la vara, el mimbre será: extrafino, fino, mediano fino, mediano, esterilla, grueso y lata. Se prepara en atados para trasladarlo al lugar de proceso. Si se quiere obtener mimbre de color rosado, se procede a hervirlo dentro de una caldera. Luego se le saca la cáscara (el proceso de pelado puede ser manual o a máquina) y se pone a secar. Una vez hecha la recolección, los tallos de mimbre pasan secándose los meses de primavera y verano y es entonces cuando se va dorando y cogiendo un tono rojizo. Antes de poder trabajar con el mimbre hay que volverlo a humedecer para que no se rompa. Se introducen los haces en un bidón con agua y se les deja así unos días, una faena que en los pueblos de La Alcarria suele denominarse empozado. El pelado se hace durante los meses de otoño, de forma manual o mecánica. Las cáscaras, ramas, hojas y demás residuos se utilizan a veces para fabricar abonos. El mimbre que mide más de 3 m se llama esterilla. Si se desea industrializarlo, se lo parte en tres y cada una de esas partes se pasa por una máquina obteniendo la esterilla elaborada, la falsa esterilla y la repasada, las cuales se utilizan para el tejido de muebles y artesanías.

ROL DE LAS PERSONAS

El cultivo del mimbre en la zona de La Alcarria conquense y la Serranía Alta destaca por concentrarse en pequeñas parcelas que pertenecen a muchos agricultores distintos. Localidades como Albalate de las Nogueras, Villaconejos de Trabaque, Fuertescusa, Vadillos, Priego, Beteta o Cañamares tienen un largo historial de agricultores dedicados a la siembra de este producto, siendo la última localidad la que mantiene un mayor número de hectáreas cultivadas. Sin embargo, el número de empresas que se dedican a esta labor no ha hecho sino menguar, quedando en la actualidad en torno a unas cuarenta. En Villaconejos, por ejemplo, hoy apenas se cultiva en torno al 10/15 por ciento de lo que se cultivaba hace 25 años. Y la tendencia es que la reducción continúe. La gente joven se va de los pueblos y solo quedan los mayores. Las únicas excepciones: Mimbres Riberas del Escabas, compañía de Cañamares centrada principalmente en el vallado de ocultación para urbanizaciones y, manteniendo la tradición más clásica, el Taller Artesano de Mimbre que regentan desde hace cuarenta años José Luis Encijo Cava y María del Pilar Pérez Crespo en Villaconejos de Trabaque.