Calçotada de Valls

«Calçotada» de Valls

LOCALIZACIÓN

Son comunes en la Cataluña interior, especialmente en la zona occidental, correspondientes a las Terres de l’Ebre y los condados de Alt Camp, Baix Camp, Baix Penedès y Tarragonès. Son considerados el plato más emblemático de la localidad de Valls (Tarragona).

DESCRIPCIÓN

Los calçots son una variedad de cebollas tiernas, ligeramente bulbosas y más suaves, específicamente la variedad conocida como «Llere de Lleida», que se comen asadas. Existen varias versiones sobre su origen, pero la versión más conocida se atribuye a Xat de Benaiges, un campesino que vivía en Valls a fines del siglo XIX y que, por error, preparó algunas «cebollas» que sobrecalentó. La capa exterior se quemó por completo y, en lugar de tirarlos, le quitó las capas quemadas más externas, descubriendo que el interior era muy tierno y sabroso. Desde entonces, comer calçots o hacer calçotada se ha convertido en un festival gastronómico conocido en toda Cataluña y especialmente en el Alt Camp y la zona de las Terres de l’Ebre. Los calçots generalmente se consumen durante los meses de enero, febrero y marzo. Se tuestan con leña de viñedos o enredaderas y se consumen acompañados de una salsa típica, llamada salvitxada (de la combinación de «salsa» y «bicho»), que es una salsa romesco. No fue sino hasta mediados del siglo XX que el calçot se dio a conocer fuera del Alt Camp, especialmente por la difusión realizada por el grupo artístico y humorístico «l’Olla». La Festa del calçot de Valls, celebrada el último domingo de enero, celebró su centenario en 1996. En la Gran fiesta de la calçotada de Valls IGP se celebran tres concursos: el concurso de productores de calçots, el concurso de salsa «calçotada» y el concurso de comer calçots. El nombre del calçot proviene de la forma de plantarlo, medio enterrado en el suelo, que se conoce como «calzar», de modo que el brote es blanco y tierno. La calçotada consiste en enhebrar los calçots con un alambre, cocinarlos en brasas de madera y caldo de vid y comerlos con la salsa romesco, seguido de butifarra con alubias o algún otro tipo de carne que también se pueda aliñar con esta deliciosa salsa.

ROL DE LAS PERSONAS

El hecho de que se consuma tradicionalmente en una comida comunitaria como la «calçotada» ha hecho de esta cebolla un producto profundamente arraigado en las tradiciones festivas catalanas y se ha convertido en la protagonista de un acto social en sí mismo. La producción de calçots se concentra principalmente en las regiones de Tarragona y su consumo en temporada, de noviembre a abril, y se ha convertido en un atractivo turístico gastronómico de la zona. En el primer tercio del siglo XX ya se extendió la costumbre de celebrar los festivos yendo cocer calçot con la llama viva de la «Redolta» -los sarmientos de la viña-. La expansión de la calçotada fuera de su cuna geográfico fecha de finales de la década de 1940, cuando la entidad vallenca Peña Artística de la Olla comenzó a celebrar calçotades, a las que invitaba personas del mundo artístico y cultural barcelonés.