LOCALIZACIÓN

Cantabria

DESCRIPCIÓN

Instrumento musical cordófono frotado con arco. El sonido es producido por el roce de unas cuerdas mediante cerdas tensas sobre un arco. Debe ser manejable, ligero y fácil de transportar. En síntesis, se trata de una caja de resonancia, elaborada en madera, de la que sale un mástil, sobre el que se tensan las cuerdas.

ROL DE LAS PERSONAS

Vinculado desde la Edad Media a ámbitos rurales, se fue transmitiendo, de generación en generación, el uso del rabel, así como los bailes, coplas y romances a los que acompaña su música. Existe constancia de su empleo en Cantabria desde el siglo XVIII. En Cantabria se conserva dos modos de toca de tocar el rabel: el purriego, propio del valle de Polaciones, en el que el rabelista o bandurriero, en posición de sentado, sujeta la caja del instrumento entre sus rodillas, y el estilo de Campoo, en el que el rabelista, sentado o de pie, dispone el instrumento en posición horizontal apoyándolo sobre su pecho. El rabel también ha permitido la guarda de testimonios de tradición oral. El son del rabel es custodio de un complejo corpus del romancero, una tradición viva que ha permitido fosilizar evidencias de la literatura del romance carolingio y de la poética medieval Declarado Bien de Interés Cultural Etnográfico Inmaterial en 2014.