LOCALIZACIÓN
Valle y término municipal de Valderredible
DESCRIPCIÓN
A orillas del río Ebro, en la tierra más meridional de la comunidad autónoma de Cantabria, el cultivo de la patata ha sido propio y característico en la zona desde los comienzos del siglo XIX en que produjo la eliminación de los tradicionales barbechos en el valle alternado con el trigo; tuvo a mediados del siglo pasado un gran auge que marcó la especialización de los terrazgos en este cultivo, sobre todo en las variedades de patata de siembra, pero la liberalización del mercado arrumbó esta situación y desde los años 70 su cultivo se vio restringido cada vez más a las vegas del Ebro, a favor en este caso de la pratificación para uso ganadero. El cultivo tradicional de la patata se realizaba, por tanto, en las mieses en alternancia anual con el trigo. Se sembraban en abril o mayo tras el abonado y la labor del arado en surcos, con una patata de siembra pequeña o una grande “torrejeada” cada pié en dichos surcos, se tapaba y al cabo de unos veinte días se “sallaban” o limpiaban de malas hierbas, y se “acepaban”. Si era necesario se procedía a un “resallo” en Junio. A partir de septiembre, más bien octubre, se cosechaban. Se extraían con el arado descubriendo los surcos, levantando un surco sí y otro no, alternado. Se cargaban las patatas en cestos o “escriños” de paja y se conducían a las “bodegas” donde se echan esparcidas. Casi siempre se regresaba a la tierra a “andar los surcos” con la azada para rebuscar patatas que pudiesen quedar. Realmente la patata mejoró los rendimientos de la tierra y salvó del hambre periódica a campurrianos y vallucos en aquellos tiempos. Hoy en día son algo más de 120 has de cultivo, con una producción que se acerca, de media, a los tres millones de kilos de patatas obtenidas mediante cultivos mecanizados y con ayuda del riego generalmente con bombeo del río o arroyo inmediato. En realidad, la conocida patata de Valderredible no es una variedad autóctona o propia de este municipio, pero las características de su suelo y clima, de transición entre el clima atlántico y el clima mediterráneo de interior, lo convierten en lugar idóneo para su cultivo. Es una patata tardía, que se siembra en mayo y se recoge en octubre, un ciclo relativamente largo que, unido al verano mediterráneo, cálido, dan una producción de unos 25.000 k/ha. En regadío. Se plantan cuatro variedades, baraca, spunta, caerla y agria. El cultivo de esta última es el que han elegido los miembros Sociedad Valdevelilla, acogida a la denominación de Calidad Controlada Cantabria, otorgada en 2002 y que obtiene el 80% de la cosecha de la patata de Valderredible, ya que es la más resistente a las enfermedades y la que mejor soporta las condiciones de almacenamiento. Su forma es ovalada o alargada, su carne ligeramente amarillenta y se comercializa sin lavado para no perjudicar su calidad.
ROL DE LAS PERSONAS
Han sido los campesinos de las aldeas del fondo del valle de Valderredible, reconocidos en la región como “vallucos”, los hacedores de este paisaje y los que han generado esta actividad. Los hombres abonaban, araban, cerraban, “sallaban”, pasaban el arado para descubrir, recogían, cargaban y almacenaban, mientras las mujeres sembraban, “sallaban”, recogían, cargaban y almacenaban a su vez. Trabajo colaborativo repetido año tras año, ciclo tras ciclo. Y hoy son los hombres desde los tractores o manejando las motobombas y el riego los que mayormente trabajan la patata valluca, aunque las mujeres realizan trabajos complementarios y de ayuda nada despreciables. Valderredible es actualmente el territorio que produce más patatas de toda Cantabria y acoge el día de la fiesta del valle, la Virgen de la Velilla, la Feria Alimentaria de Valderredible dedicada especialmente a este cultivo y sus usos culinarios, lo que significa la implicación institucional, ayuntamiento y gobierno regional, en este cultivo y su comercialización.