LOCALIZACIÓN
Islas Baleares
DESCRIPCIÓN
El cerdo era amarrado por un grupo de hombres que luchan contra la fuerza bruta de un animal que suele pesar entorno a los 200 kilogramos o más y lo postran sobre una resistente mesa de acebuche. Allí se le sacrifica con un corte limpio en la yugular. Ahora se utiliza un tractor para levantarlo y poder trabajar con mayor comodidad. Del cerdo se aprovecha casi todo. La sangre resultante es recogida en un gran cazo que servirá después para añadirla a los ´botifarrons´ y también para condimentar el frito de matanzas. Uno de los trabajos más duros es cuando se procede a quitar el vello del marrano. Se realiza a base de agua hirviendo y rascando con afilados cuchillos sobre la piel. El objetivo de la exigente limpieza es poder reutilizar el cuero como envase de embutidos o consumirlo directamente. Esta operación dura alrededor de una hora, ya que también se limpia hasta el último detalle de las pezuñas y la cabeza del cerdo. El siguiente paso es el despiece del animal. Empiezan por abrirlo desde arriba hasta abajo por la barriga. En primer lugar, extraen los intestinos, para su posterior limpieza y reconvertirlos en los envases donde madurarán los embutidos. La manipulación de los intestinos la realizan habitualmente las mujeres.
ROL DE LAS PERSONAS
Las mujeres se encargan de determinadas labores, como son la cocina, el rellenado de embutidos o la limpieza de intestinos, mientras los hombres asumen los trabajos que teóricamente son mucho más pesados. También es curioso observar que la mayoría de los participantes tiene sus tareas asignadas desde hace años. De forma intuitiva y perfectamente organizados, cada uno de ellos asume su parcela.