LOCALIZACIÓN
Albanchez de Mágina (Jaén)
DESCRIPCIÓN
Ingredientes: 2 guindillas verdes, 2 pimientos rojos asados, 2 dientes de ajo,1 tomate, un puñado de habichuelillas, 1 pimiento verde, aceite de oliva, sal , agua, 1/2 Kg. de harina,1 cebolla, laurel, pimientos.1/2 conejo. Para el aderezo utilizar cayena, pimentón, pimiento rojo seco, laurel, ajo, aceite, perejil, pimienta, comino y sal. 1/4 de almejas.
Preparación: se colocan los ingredientes en un recipiente o cuenco con agua tibia, se agrega sal y un puñado de harina por persona y se amasa hasta que quede una masa firme. Se toma un poco de masa y se hace un cordón o churro, a partir de trozos del tamaño de una nuez, se «pellizca» y se forma con los pulgares y el dedo índice modelando una especie de fideos gruesos que se depositan en una superficie lisa y previamente enharinada para que no se peguen entre sí. Se dejan secar durante dos o tres horas. Una vez secos, se colocan en un «zarcillo» o tamiz para eliminar el exceso de harina. El guiso se hace un sofrito con cebolla, tomate y pimiento rojo y verde al que se le añade guindilla, pimentón, pimiento seco y laurel. Se le incorpora el conejo a trozos pequeños que han sido previamente sazonados. Cuando el agua hierva se añaden los borullos que no debe dejarse de remover durante la media hora más o menos de cocción que necesitan.
ROL DE LAS PERSONAS
El propósito de este plato es prepararlo y consumirlo en grupo. Normalmente, no se hacen borullos para el día a día, sino para un grupo y sin prisas, porque el proceso de elaboración es lento: se necesitan mínimo 2 personas para la elaboración de la masa y el estofado. No se trata del simple hecho de comer como acto de alimentación, sino de coexistir antes, durante y después su consumo, sirviendo para fortalecer los lazos sociales, familiares y de género. Existen similitudes con un plato más extendido por la región de Sierra Magina, los andrajos. en los que el agua que se utiliza debe estar templada. Además de que, en este caso, se va añadiendo la harina al agua y no al revés. Al ser una tarea laboriosa, suele ser tanto familiar como colectiva. Los borullos han sido un plato tradicionalmente transmitido de madres a hijas, pero hoy en día existe otra forma de transmisión que ha surgido como resultado de un movimiento de recuperación de las costumbres y la gastronomía tradicional que se ha extendido por toda la Sierra Magina, quizás alentado o provocado por la publicación del libro de recetas titulado «Taste of Magina» por la ADR de la región en 2005, en el que las mujeres de las diferentes asociaciones de la cordillera contribuyeron con sus propias recetas. Hoy en día es una práctica común organizar reuniones periódicamente para cocinar estos platos elaborados, lo que constituye una nueva forma de continuidad de este conocimiento que pasa a las mujeres más jóvenes de estos colectivos que en la mayoría de los casos encuentran en estas convivencias una de las pocas oportunidades para probar estos alimentos. Las mujeres más mayores son las únicas que afirman cocinarlas también para su familia, aunque no como una a menudo, sino en ocasiones especiales.