LOCALIZACIÓN
La Azohía, Cartagena
DESCRIPCIÓN
La almadraba es un sistema tradicional de pesca, cuyo origen y práctica se remonta a íberos, fenicios, cartagineses, griegos y romanos, perdurando hasta nuestros días. En la antigüedad muy extendidas, en la actualidad perduran en activo sólo algunos ejemplos en la costa atlántica de Andalucía y, dentro del Mar Mediterráneo, la almadraba de La Azohía en la Región de Murcia. Dada la escasez de almadrabas en el Mediterráneo, la de La Azohía, ha adquirido un importante sentido cultural, como reminiscencia de uno de los oficios artesanales con más personalidad. Consiste en establecer un cerco laberíntico de redes cercano a la bahía. Los peces entran en el laberinto, quedando atrapados en la parte central, llamada copo, y manteniéndose vivos, hasta que los pescadores acuden en sus barcos a levantar el copo. Para levantar el copo son necesarias varias embarcaciones, que irán subiendo las redes y estrechando el copo hasta conseguir que el pescado esté a flor de agua, desde donde se sube a bordo de los barcos sobre todo con su propia fuerza, con la ayuda de unos ganchos. La almadraba es un arte de pesca fijo estacional, permaneciendo instalada desde enero hasta junio. Las capturas suelen ser melvas, bonitos, lechas y algún pez espada. La explotación de la Almadraba es llevada a cabo por una empresa privada que tiene la concesión pública para esta explotación, disponiendo de una pequeña lonja en el puerto de La Azohía donde se subasta directamente el pescado recién capturado.
ROL DE LAS PERSONAS
La almadraba de La Azohía emplea entre 15 y 20 personas. Oficio mayoritariamente masculino, debido a su estacionalidad en el pasado servía para complementar los ingresos familiares procedentes de otras ocupaciones. Los roles se dividen según las tareas a realizar: mantenimiento de embarcaciones y de los componentes de la almadraba, calado y levado de la almadraba al final de la temporada, vigilancia de las capturas en el copo para determinar cuándo se va a levantar la red, diversos roles y niveles de participación en la matanza y, por último, subasta del pescado en la lonja.