LOCALIZACIÓN

Sierra Norte

DESCRIPCIÓN

A veces cuando se estaba trabajando se podían pinchar con un cardo u otra planta similar. Si se clavaba una espina que se intentaba sacar, se “chascaba” y se quedaba dentro de la piel, para sacarla se ponían una cataplasma de miga de pan mascado, mojado en aceite, y a las veinticuatro horas estaba podrida la espina. Esta cataplasma se colocaba sobre la espina incrustada sujeta con un trapo limpio se sujetaba. Se tenía puesto una noche o un día.

ROL DE LAS PERSONAS

Las encargadas de las pequeñas curaciones y de la atención en caso de enfermedad eran las mujeres; tan solo había de manera generalizada dos tipos de expertos – las mujeres que «recogían» a los niños, que ejercían de parteras y los «hueseros» hombres o mujeres que tenían un conocimiento empírico de huesos y tendones y que atendían esos daños. También existían curaciones y sanadores simbólicos como los curanderos y los saludadores, sujetos que nacían una señal, una cruz en el paladar que les «otorgaba» poderes.