LOCALIZACIÓN

Castrillo de Murcia (Burgos)

DESCRIPCIÓN

El colacho, personaje que representa al diablo, durante cuatro días persigue a los vecinos del pueblo y los azota con un zurriago. Por detrás, el atabalero, acompañado por su séquito, golpea con las mazas en el tambor o atabal, que marca los ritmos de los danzantes y del público que le sigue por detrás. El domingo el colacho, vencido por Cristo, huye del Santísimo Sacramento saltando por encima de los niños menores de un año que están colocados en el suelo. El colacho, personaje grotesco que representa al diablo, ataviado con un atuendo de brillantes colores y una máscara, fustiga con una cola de caballo a las gentes del pueblo que lo increpan. Cada año un habitante del pueblo es el encargado de representarlo. El colacho, que representa el mal, corre detrás de los vecinos para azotarlos. Posteriormente, tras este singular personaje pasará el resto de la comitiva procesional, formada por autoridades y la custodia bajo palio con el Santísimo Sacramento.

ROL DE LAS PERSONAS

Fiesta religiosa que asemeja a un auto sacramental que se viene celebrando ininterrumpidamente desde principios del siglo XVII. Tiene su precedente en las pantomimas y juegos de teatro romano de la Edad Media. La Cofradía del Santísimo Sacramento, regla fundada en el año 1621 con sede en la iglesia de Santiago de la localidad. Desde entonces, la Cofradía ha sido siempre la encargada de su organización en la que compuesta por dos «mayordomos», dos «amos» y un «secretario». Los mayordomos se corresponden con las figuras del colacho (el diablo) y del atabalero (el encargado de tocar el atabal) del año en curso, mientras que los amos son el colacho y el atabalero de tres años atrás. El secretario ha sido ambas fituras. Gracias a este paso del «mal» vencido por la Gracia, por encima de sus cabezas los niños estarán protegidos.