Horticultura. Cultivo de hortalizas

LOCALIZACIÓN

Regional

DESCRIPCIÓN

Repollo, berza, espárragos, lechuga, escarola, espinaca, acelga, cardo y endivia son las hortalizas de hoja o tallo que encontramos, con una producción cercana a las 50.000 toneladas cultivadas en una superficie total aproximada de 1.800 hectáreas. El cultivo de alcachofa y coliflor comprende una superficie aproximada de 150 hectáreas con una producción algo inferior a las 4.000 toneladas. Raíces y bulbos comprenden una superficie de 7.000 hectáreas y cerca de las 300.000 toneladas de producción, entre las que cabe destacar la cebolla (78.000 t.), el puerro (47.000 t.), el ajo (13.000 t.) o la zanahoria (145.000 t.). Por último, destacar una superficie de producción de cerca de 1.700 hectáreas dedicadas al cultivo, entre otros, de la calabaza (4.800 t.), calabacín (700 t.) tomate (cerca de 10.000 t.) y pimiento (6.800 t.), completando con el cultivo de pepino, pepinillo, guindilla y también de sandía, melón, fresa y fresón hasta una producción total en Castilla y León de 27.000 toneladas. Castilla y León cuenta con la Marca de Garantía Lechuga de Medina.

ROL DE LAS PERSONAS

El cultivo de hortalizas (con las frutas) generan en Castilla y León 754 millones de euros anuales dedicándose a este sector 9.200 agricultores y 300 empresas con una mano de obra de más de 2.200 personas. Es por lo tanto un sector pujante de la agricultura de la región y un fijador de población en medio rural dado que son cultivo de regadío en su gran mayoría y una utilización intensiva de la mano de obra.El sector agrícola tiene además una gran importancia indirecta: permite la producción industrial de alimentos. Castilla y León tiene cerca de 3.000 empresas agroalimentarias, que emplean a 34.000 personas, fundamentalmente, en el medio rural. Esta es la primera industria regional en número de empleados, o la segunda en cuanto a producción (representa el 24% de la producción industrial de Castilla y León). Más de la mitad de estas industrias están en núcleos de población de menos de 15.000 habitantes, siendo explotaciones familiares, imprescindibles para frenar la desertización del medio rural. El papel de la mujer en el campo es crecientemente importante, especialmente por la escasez de población en edad activa que pueda trabajar en el sector agrícola. Por ejemplo, el 35% de los puestos de trabajo del sector agroalimentario del medio rural está en manos de la mujer en la comunidad.