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DESCRIPCIÓN

Muchos de los platos que se preparan en la Comunidad Valenciana se realizan en cazuelas de barro. Es muy normal poseer varios de estos utensilios de cocina en las casas. Cazuelas, pucheros, botijos, etc. Son elementos que se pueden encontrar en las casas de la sociedad valenciana. Estos utensilios requieren de una preparación previa para poder utilizarlos en los hornos y cocinas. Hay que «curar» el barro para que sirva, para que funcione bien. Muchos de los sabores de las recetas valencianas se consiguen utilizando elementos de barro en la cocina. Son indicados para cocciones que sean largas, ya que aguantan muy bien el calor en sus paredes. El material con que se realizan es la arcilla, que es impermeable. En el centro de la provincia de Alicante, dentro del término municipal de agosto, encontramos un tipo de tierra con unas características poco habituales. Cuando la tierra se mezcla con el agua, se forma la arcilla, y esta en concreto se clasifica entre las arcillas caliza y yeso. Gracias a la primera, el material resultante es más maleable y poroso, mientras que la segunda le da, una vez cocido, un color blanco muy característico. Los diferentes elementos químicos que se han combinado en este territorio, como el abundante silicato, son la base sobre la que se ha desarrollado durante siglos una industria cerámica muy potente. Cuando llega el verano, unas finas palas de hierro, impulsadas por un motor, mezclan la tierra con agua, dentro de una gran balsa. Desde esta, el barro se filtra hasta llegar a las llamadas balsas de amasar, que son planas, impermeables y no miden más de un palmo de altura. El barro elaborado en verano debe durar todo el invierno, por eso se debe guardar en un lugar fresco y húmedo.

ROL DE LAS PERSONAS

Alrededor de la fabricación de estos utensilios se generaban hasta eventos. Por ejemplo, el caso de «L’escudareta» en la ciudad de Valencia, donde los artesanos vendían sus cazuelas y los jóvenes aprendices trataban de hacerlo.