LOCALIZACIÓN

Toledo

DESCRIPCIÓN

El damasquinado es una labor que consiste en el embutido de metales finos como oro y plata sobre hierro o acero. Es el arte de incrustar metales en metales. El artesano damasquinador procede al rayado de la pieza que va a decorar con una cuchilla especial de acero templado creando una trama de líneas paralelas y perpendiculares trazadas con gran cuidado. Sobre esta superficie, compuesta de minúsculos valles y crestas, se procede a la incrustación del oro puro. El hilo de oro, de la fineza de un cabello, es guiado con la mano derecha del artesano como si realmente pintara o dibujara, al mismo tiempo que el hilo es incrustado entre las líneas del acero. Luego el artesano procede a fijarlo firmemente al acero, mediante una herramienta de cabeza plana que apoya sobre el acero y oro, al mismo tiempo que golpea un martillo especial de peso cuidadosamente controlado. A continuación, las piezas ya damasquinadas se someten a su oxidación química o pavonado, sumergiéndolas lentamente en un líquido especial a alta temperatura, que las transforma del color gris del acero en un color intensamente negro. Finalmente, la última operación se realiza con una herramienta o bruñidor que el artesano aplica suavemente sobre el oro incrustado, para darle el brillo suficiente que lo haga contrastar de otras partes del acabado mate.

ROL DE LAS PERSONAS

Son pocos los talleres de damasquinado existentes en Toledo. Maraino San Félix y Óscar Martín Garrido han sido reconocidos maestros damasquinadores, de diferente generación, con la intención de que no desaparezca esta artesanía tradicional. Es necesario el empuje institucional para crear una escuela para perpetuar esta técnica artesanal.