LOCALIZACIÓN

Lagartera (Toledo)

DESCRIPCIÓN

En Lagartera lo que más se ha trabajado siempre han sido los manteles, los juegos de cama y las colchas (lo que viene constituyendo el clásico “ajuar”), además de otros complementos como toallas, caminos de mesa, bolsas de pan, etc. Las pasos a seguir en esta técnica es marcar o hacer vainicas es decir ir marcando con puntadas, a hilos contados, normalmente a cuatro y a tres hilos. Y así, puntada a puntada, se va perfilando el dibujo de la obra en sí. Luego se corta y se sacan los hilos o sea se cortan los hilos por ambos extremos, unos en sentido vertical y otros en sentido horizontal. Luego está el sembrado que es ir como hilvanando, dando pasadas por los agujeros y de esta manera, va formando un entramado. Luego está el cuajado que consiste en que a los hilos que forman los agujeros que han quedado sin sembrar, se les da varias vueltas de hilo para que queden unidos, como atados. Y finalmente está la vainica o «repulgo» para terminar el mantel o cualquier otra labor, y se le aplican unos bordados en sitios que previamente se han dejado para ello.

ROL DE LAS PERSONAS

Los bordados han sido y son técnica de trabajo y producción de manteles, juegos de cama etc. Especializados en las manos de las mujeres que se han transmitido el saber de generación en generación. Las mujeres de la localidad se han especializado en la confección de labores y bordados, actividad que, según distintas fuentes, se remonta tal y como la conocemos hoy al siglo XVI. Inicialmente, se trataba de una ocupación más de las muchas que se daban en el medio rural, sirviendo como complemento económico para las familias campesinas. Poco a poco, el sector fue singularizándose y cada vez más personas pasaron a depender directa o indirectamente de él, dando origen a verdaderas sagas de bordadoras.