LOCALIZACIÓN

Villacañas (Toledo)

DESCRIPCIÓN

Son unas construcciones subterráneas ampliamente utilizadas como vivienda habitual hasta mediados del siglo XX. El empleo de este tipo de vivienda subterránea en Villacañas está datado desde el s. XVII, en documentos oficiales que constatan un uso muy extendido de esta construcción como vivienda característica de las familias que trabajaban como mano de obra en el campo. Su construcción continuó hasta finales de la primera mitad del S.XX: en este momento el silo ya era una forma de habitación característica de las familias humildes del pueblo. Este tipo de construcción era posible gracias a las condiciones del suelo calizo de la zona. La forma y los materiales de construcción proporcionan una temperatura agradable y constante en una zona de grandes variaciones estacionales de temperatura, con veranos sumamente cálidos y secos. El silo daba alojo a toda la familia y servía para recoger a todos los animales domésticos de la unidad familiar en estancias específicas. La construcción carece de elementos estructurales de soporte aparte de los que proporciona el propio entorno (no hay tabiques, columnas o soportes). El acceso a la vivienda está recubierto de cal para mitigar las temperaturas estivales. En el interior, paredes, techos y suelos aparecen recubiertos igualmente de cal. En las habitaciones interiores se abren ventanas verticales denominadas «lumbreras» que, además, sirven de ventilación a la casa.

ROL DE LAS PERSONAS

El gobierno de la región declaró los silos como Bien de Interés Cultural para que goce de la protección que la legislación vigente dispensa a dichos Bienes y por ello entiende su declaración como Sitio Histórico extendiendo el área de protección a las zonas circundantes por encontrarse en un perímetro determinado. Las familias que vivieron en dichos silos las abandonaron como vivienda poco a poco desde finales del siglo XX. En la actualidad se pueden visitar algunas acondicionadas para el efecto.