Feria de la alubia y la hortaliza

LOCALIZACIÓN

Localidad de Casar de Periedo (Municipio de Cabezón de la Sal, Valle del Saja)

DESCRIPCIÓN

Muestra popular que tiene como protagonista a la legumbre de la alubia, así como los productos de la huerta. Se celebra en el otoño, en el mes de noviembre, habiéndose organizado ya unas diez convocatorias.

A la feria asisten diversos puestos de venta de productos hortícolas y de alimentación (alubias, hortalizas, quesos, miel, harina de maíz, orujo, vino, anchoas, otros); así como, puestos de artesanía popular montañesa (trabajo en madera, cantería, alfarería, rabelistas, albarqueros, rastrillos, encaje bolillos, rabeles, otros).

La feria se ha caracterizado desde sus inicios por recrear mediante “atrezzo” la sociedad tradicional rural montañesa: ropajes de antaño, carros chillones, vacas, ebanistas, herramientas del campo, hasta la recreación de una escuela de los años 40.

Las vecinas ataviadas con trajes típicos ponen en venta sus alubias que han sido recolectadas pocas semanas antes, procedentes de las mieses de Casar de Periedo, Cabrojo o Virgen de la Peña. “¡Las mejores alubias del mundu!”, se oye decir.

La feria se corteja de pasacalles, amenizados por el son de la gaita, el pito, el tambor o el bígaro, así como muestras de música tradicional, para cantar y bailar el folklore cántabro. Como no podía ser de otra forma, dentro el evento se incluye una comida popular.

ROL DE LAS PERSONAS

Manifestación popular organizada por la Junta Vecinal de Casar de Periedo, en la que se implican y participan un elevado número de vecinos de la localidad, ya sea en los puestos de venta de productos hortícolas como en la “puesta en escena” de la ambientación tradicional. De la misma forma, la asistencia a esta feria es multitudinaria con ciudadanos procedentes del propio municipio de Cabezón de la Sal, del resto de la comarca y otros rincones de Cantabria. La feria está declarada de interés turístico de la Comunidad Autónoma de Cantabria.

Los participantes -gentes del pueblo- se convierten en actores por un día recreando un pasado periclitado. En este último aspecto, la manifestación popular muestra un sentido teatralizado (no interiorizado); aunque, también es patente y se constata el aprecio y el interés de la comunidad por los productos de la huerta, en especial la alubia, reconociendo su singular sabor, su textura y la calidad del terrazgo y mieses bañadas por el río Saja.