LOCALIZACIÓN
Palma
DESCRIPCIÓN
En la vigilia de San Juan, la noche del 23 de junio, Palma celebra el solsticio estival con su popular correfoc y una animada verbena, donde el fuego, la danza y la música son los protagonistas. El verano llama a la puerta con una noche mágica que suele terminar, según marca el ritual, con un purificante baño de mar. La noche o Nit de Sant Joan, la más corta del año, se celebra en numerosos enclaves del Mediterráneo, como en la mayoría de los pueblos de las Islas Baleares. En todas las fiestas el fuego suele ser protagonista, y simboliza la renovación y el inicio de un nuevo ciclo. En la ciudad, el Parc de la Mar acoge el día 23 de junio por la tarde varios talleres y actividades infantiles, así como demostraciones de bailes tradicionales. Hacia las 23.00 horas comienza el popular correfoc, en el que varios grupos de demonios o colles de dimonis persiguen a los participantes. También desfilan dos enormes bestias de fuego, los dragones de Sant Jordi y el Drac de Na Coca, este último vinculado con algunas leyendas de Palma. La velada finaliza con una gran batucada, música de tambores que hace retumbar la ciudad. La medianoche es el momento de cumplir con los rituales que marca esta mágica velada. Muchas personas suelen acudir a las playas cercanas a la ciudad para llevar a cabo los ceremoniales propios de la noche de San Juan, disfrutar de la brisa marina o incluso darse un baño a la luz de luna. El día de San Juan, 24 de junio, la fiesta continúa, ya que se celebra una verbena musical en la Playa de Palma, con actuaciones de música en directo para bailar y disfrutar de la noche junto al mar.
ROL DE LAS PERSONAS
La noche de San Juan es la noche mágica por excelencia en muchos lugares del Mediterráneo. Una fiesta asociada no solo al fuego purificador, sino también al agua. Es por ello por lo que muchas de estas celebraciones, como ocurre en Palma, se desarrollen en torno a las playas y mares, como ejes fundamentales en las vidas de los pobladores de estos lugares. El mar como sustento y proveedor de materias primas, pero también como lugar mágico, que asociado a las fiestas católicas como la de San Juan, retoman creencias provenientes de culturas anteriores.