LOCALIZACIÓN

Por toda la comunidad, sobre todo en la depresión del río Guadalquivir

DESCRIPCIÓN

Son edificaciones agrarias (cerealísticas y ganaderas) que se establecieron en la Alta Edad Media por toda Andalucía. La palabra cortijo se refiere especialmente a aquellas edificaciones dedicadas a actividades cerealísticas de medianas y grandes propiedades y son las que más abundan. En torno al cortijo se realizan las tareas propias del babor del campo: la labranza del campo, la siembra, la siega, la trilla y el almacenamiento del cereal. Todas las dependencias del cortijo (cocinas, establos para animales, depósito para materiales modernos, pajares…) Se estructuran en torno al patio y donde igualmente habita los operarios necesarios para dichas faenas, tanto fijos como temporeros. Los cortijos cerealísticos, los más comunes, abundan en las provincias de Sevilla, Cádiz, Córdoba, tierra llana de Huelva, norte de Málaga y área central de Jaén. Pero también existen cortijos en las marismas del río Guadalquivir dedicados al cultivo de arroz. En Granada, Almería y Málaga también existen cortijos mixtos, cerealísticos y ganaderos de tamaños más reducidos.

ROL DE LAS PERSONAS

En torno a los cortijos se han estructurado tareas del campo con formas de vida y trabajo ligados a las labores de la tierra. Alejadas de los centros urbanos, forman parte de pequeños pero intensos núcleos habitados en medio de la naturaleza. El mundo de los cortijos fue recogido en la literatura nacional así como en la memoria intergeneracional donde se recogen experiencias de reuniones entre jornaleros que comunican sus experiencias y penalidades creando un rico cuerpo folklórico cultural.