LOCALIZACIÓN
Zona de Torrelaguna y su comarca
DESCRIPCIÓN
La albarda es una pieza del aparejo de las caballerías, a modo de almohadones de paja, que se colocaba sobre el lomo del caballo para que la carga no se lo lastimara. Los albarderos, que también realizaban las colleras, reparaban además aquellas que se deterioraban con el paso del tiempo. El albardero utilizaba como instrumental: cuchillos, tijeras, martillos, sacabocados, leznas, agujas, hilo gordo y carrete de cera; necesarios para cortar y coser las diferentes piezas. Usaba un armazón de hierro para la estructura y para forrar la albarda empleaba telas de lona y cueros. Con el cuero se elaboraban los correajes, cinchas y ramales, y se forraban las albardas. Para el relleno se utilizaba la paja, siendo la mejor la de centeno.
ROL DE LAS PERSONAS
El trabajo de la piel era un oficio laborioso. En muchas ocasiones no se disponía de este oficio en los pequeños pueblos serranos, por lo que la piel era trabajada por los propios pastores. En Torrelaguna, Torremocha y Redueña, los pastores utilizaban la piel para confeccionarse zajones o delanteras. Metían la piel bajo la basura de los rediles o el «tinao», ya que de esta forma se ablandaba y después de unos días la sacaban y la raspaban para quitarle el pelo. A continuación, la sobaban hasta que estaba lista. En Patones, se hacían zajones de piel de oveja y de cabra, que posteriormente fueron de cuero, dado que duraban más.