Ferias Ganaderas

LOCALIZACIÓN

Se celebran todavía con pujanza las de Villoslada de Cameros, Ortigosa de Cameros y la que se celebra en el mes de agosto en el Valle alto del Najerilla y que en la actualidad rota cada año por una de las localidades

DESCRIPCIÓN

Hasta hace no demasiados años en un buen número de localidades riojanas, en especial de la zona de la sierra, se celebraban en primavera y en otoño diferentes ferias ganaderas en las que se compraba y vendía el ganado y a las que acudían numerosos tratantes de toda España. La decadencia de la ganadería en la zona ha provocado que muchas de estas ferias hayan desaparecido o se hayan transformado en otro tipo de eventos ya muy alejados del mundo ganadero. Sin embargo, se conservan todavía algunas que siguen dando cita a ganaderos y tratantes y que mantienen su espíritu más tradicional. Cabe destacar la feria de Villoslada de Cameros, que se celebra el 11 de septiembre y que sigue convocando a numerosos ganaderos de la zona que acuden este día a ofrecer sus ganados y en la que todavía se realizan importantes tratos. La feria se completa con la celebración de exposición y venta de productos artesanos vinculados al mundo de la ganadería y agroalimentarios locales. La asociación del Valle del Najerilla que agrupa la práctica totalidad de los ganaderos de la zona organiza una feria ganadera a finales de agosto que va rotando por las diferentes localidades del valle. A la misma acuden todos los ganaderos con sus animales y tiene un marcado carácter festivo. La localidad de Ortigosa de Cameros conserva también su feria que se celebra el primer domingo de septiembre y que reúne también a un significativo número de cabezas.

ROL DE LAS PERSONAS

Las ferias ganaderas son un lugar de negocio donde todavía se siguen haciendo tratos, pero en los últimos años han adquirido también el papel de lugar de encuentro de ganaderos y gente amante de la ganadería. Es una cita obligada donde acude el sector regional casi en su totalidad. La disminución de la cabaña y la dispersión de la misma ha convertido a estos eventos en casi las únicas ocasiones en que los ganaderos pueden relacionarse con sus colegas de profesión, hablar de sus problemas y mantener las relaciones de amistad que han sido tan habituales entre ellos.