LOCALIZACIÓN

En diferentes islas

DESCRIPCIÓN

Quedan en la actualidad unas 5 salinas de las 60 que existieron en el pasado en su mayoría localizadas en las islas orientales del archipiélago, siendo declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) o por su interés natural como Espacio Natural al ser zonas de gran relevancia para la avifauna, Las Salinas que en la actualidad perviven en Canarias son: las Salinas de Fuencaliente en La Palma; Salinas de Bufadero en Bañaderos, Arucas, Gran Canaria; Salinas de Bocacangrejo, Salinas de la Florida y Salinas de Arinaga en Agüimes, Gran Canaria; Salinas de Tenefé en Pozo Izquierdo, Santa Lucía, Gran Canaria; Salinas del Carmen en Antigua, Fuerteventura; Salinas de los Agujeros en Teguise, Lanzarote y Salinas de Janubio en Yaiza, Lanzarote. Hay una zona de entrada del agua marina. Es típico que sea a través del llamado «saltadero», un punto más alto frente a las salinas que hace de barrera de forma que el viento impulsa las olas hacia las rocas y al impactar la espuma se introduce en el saltadero. Desde aquí se canaliza hasta los cocederos o calentadores. El agua recogida en el saltadero pasa por un canal o tajera hasta llegar a tres depósitos cuya función principal es que el agua pase sucesivamente de uno a otro y vaya calentándose por acción del sol. Sólo cuando alcanza la temperatura adecuada, se canaliza hacia los tajos o parcelas de evaporación que caracterizan el paisaje de la salina. Cuando el agua está lista para evaporarse y producir la cristalización de la sal se puede observar que forma una fina capa de sal en la superficie, que el salinero remueve dos veces al día, para que se deposite en el fondo. Una vez evaporada toda el agua de la parcela o tajo, se deja escurrir al borde del tajo. Luego se recogerá y transportará hasta el almacén.

ROL DE LAS PERSONAS

Actividad dominada por salineros ciertamente con un escaso número de trabajadores, pero apoyada por el Cabildo con la intención de promocionar este oficio con la intención de recuperar de oficio tradicional de importancia. De hecho, las salinas del Carmen tienen en sus instalaciones un museo de la sal.