LOCALIZACIÓN
Aznalcázar (Sevilla)
DESCRIPCIÓN
El Vado del Quema en el cruce del río Guadiamar, en Aznalcázar (Sevilla), es un momento cumbre dentro de la peregrinación que las Hermandades realizan a la aldea del Rocío. Además, es el lugar donde tiene lugar el llamado «Bautizo rociero «. El peregrino que hace por primera vez el camino, aun cuando se sea un niño, es bautizado por otro miembro veterano de la hermandad con el agua del río y le impone un nombre «rociero» alusivo al camino, algunos muy simbólicos o graciosos, dependiendo de la intención del padrino – «»Gracia y Esperanza marismeña, Fuguilla del camino» mientras suena la flauta y el tamboril.
ROL DE LAS PERSONAS
El Rocío no solo es una romería sino, que la peregrinación es un elemento central de la devoción. El «cruce del Quema» es un momento más de alto valor simbólico en el que se adquiere la cualidad de «rociero». En la peregrinación se transportan en carreta los víveres necesarios para los días del camino; embutidos de calidad, tortillas. Pero el rey del «rengue», del parón para comer es el «potaje rociero» en el que a unos garbanzos cocidos con laurel, cebolla y ajo se añade un sofrito hecho en la sartén con aceite, otra cebolla, un par de dientes de ajo machacados, un tomate cortado y una pizca de pimentón; cuando estén bien triturados añádelos a la olla. Luego echa el bacalao desalado, el arroz y huevos duros picados y cuécelo todo hasta que el potaje coja su punto. La comida en el Rocío es un ejemplo de comensalía grupal en el que se comparten los gastos y se cocina y come en grupo durante toda la Peregrinación.