Pastoreo y producción de leche de cabra

LOCALIZACIÓN

La Rambla Aljibe, Lubrín (Almería)

DESCRIPCIÓN

El pastoreo es una ocupación que siempre ha sido parte de la vida de la Sierra de los Filabres, aunque en la actualidad, está en grave peligro de extinción. La presencia de tierras altas y tierras bajas en un relieve fuertemente compartimentado, así como otros factores como las grandes diferencias climáticas entre la costa y el interior, así como la escasa ocupación humana, han favorecido históricamente la trashumancia en este rincón del área mediterránea desde tiempos antiguos. Es desde el siglo XVI cuando la producción de cabras se hizo más importante en la región, principalmente para la producción de leche y la elaboración de queso. La cocina local siempre se ha basado en productos derivados de la matanza de cerdos y cabras, como guisos autóctonos y asados. La cabra Lubrín, o cabra Librín como también se la conoce, se produce exclusivamente en esta cordillera y se caracteriza por su bajo contenido de grasa y su riqueza en vitaminas del grupo B. Los pastores se ven obligados a pasar muchas horas fuera de casa, después de ordeñar las cabras a primera hora de la mañana, los animales salen a pastar hasta que la luz del día desaparece, luego regresan al corral para pasar la noche. El proceso de ordeño de toda la manada toma unas cuatro horas. Durante el verano el horario es más temprano para evitar el calor. Durante el proceso las cabras comen un poco de alimento y/o avena. Este proceso generalmente se repite después del pastoreo. Una vez que son ordeñadas, entonces se llevan hasta las siete. En primavera es cuando hay más abundancia de vegetación / alimento en el arbusto, por lo que la producción de leche aumenta. En verano, aunque prácticamente no hay comida, siguen pastando, debido al hábito, pero la cantidad de alimento y avena debe aumentarse en la dieta de los animales. La leche extraída se almacena directamente en depósitos fríos, que son recogidas cada dos o tres días por los trabajadores cooperativos. En el pasado, el ordeño se hacía a mano, aumentando la dificultad de la tarea y el tiempo dedicado a hacerlo.

ROL DE LAS PERSONAS

En toda la región hay muy pocos pastores que sigan dedicándose a este oficio ancestral, que, a pesar de todo, todavía se hace de una manera tradicional, es decir, todos los días el ganado es sacado a pastar la montaña.