Elaboración del vino

LOCALIZACIÓN

Zona incorporada a la DOC Rioja

DESCRIPCIÓN

La elaboración del vino de Rioja ha ido evolucionando a lo largo de su larga historia. Sin duda un momento clave en el desarrollo de los sistemas de elaboración se produce a mediados del siglo XIX cuando se empiezan a implantar las técnicas bordelesas para elaborar vinos destinados al mercado francés cuyos viñedos habían sido arrasados por la filoxera. Es en este momento cuando los vinos riojanos empiezan a alcanzar fama internacional. Finalmente estas técnicas serían las que terminarían imponiéndose. La elaboración del vino de Rioja en la actualidad se realiza, hablando de una manera muy esquemática, siguiendo dos procesos. Por un lado, el de maceración carbónica, con fermentación en racimo entero en lago abierto. Es el sistema más tradicional y el que produce el vino de cosechero clásico. La fermentación se produce de manera anaeróbica dentro del propio grano hasta que, por efecto de la propia fermentación, éste explota soltando el mosto. En este sistema se suele seguir utilizando el pisado tradicional. El otro gran modelo de elaboración es el que se realiza despalillando el racimo (lo que supone inevitablemente la rotura del grano) y realizando un estrujado antes de la fermentación. Los vinos que se elaboran por este sistema son apropiados para el envejecimiento y en este momento es el sistema que más se utiliza. El proceso de vinificación en la Rioja se encuentra a la vanguardia del mundo del vino en tecnología y desarrollo, con una alta cualificación técnica de enólogos y personal de bodega.

ROL DE LAS PERSONAS

En La Rioja podemos encontrar varios tipos de elaboradores. En primer lugar podemos citar a los cosecheros, agricultores que elaboran sus propios vinos, bien para embotellar directamente y/o para vender sus pequeñas producciones a otras bodegas de la denominación a granel. Muchos de estos cosecheros se han convertido en auténticas referencias de calidad de la denominación. Tenemos en segundo lugar las cooperativas que recogen las uvas de sus asociados, elaboran y venden el vino a las bodegas. Éste sigue siendo el destino de la mayor parte de las producciones, pero son muchas ya las cooperativas que embotellan sus propios vinos. Un tercer grupo estaría formado por bodegas familiares que elaboran ya volúmenes medios, procediendo una parte de sus vinos de uvas propias. Las bodegas centenarias constituyen un grupo especial de bodegas que mantiene unos procesos muy tradicionales de elaboración. Aunque un buen número de ellos han desarrollado sus sistemas de elaboración y han creado marcas con vinos nuevos, todas ellas mantienen sus referencias clásicas con vinos que siguen conservando las características de los vinos más clásicos de La Rioja. Por último, tenemos los grandes grupos empresariales que producen elevados volúmenes de vino y que mantienen un catálogo amplio de referencias de diversas calidades y precios.