LOCALIZACIÓN
Oviedo
DESCRIPCIÓN
Ingredientes : 1Kg de bonito fresco; 1 huevo; 50 gr de harina; miga de pan remojada en leche; 2 pimientos del piquillo; 1 cebolleta grande; 4 dientes de ajo; 50 gr. jamón serrano; aceite de oliva virgen extra; sal; perejil.
Salsa: Ajo; Perejil; 1 vaso de vino blanco; Harina; ½ Kg de tomate (triturado o pelado)
Preparación de los rollos: Machacamos en el mortero ajo/perejil/sal en abundancia. Se pica el bonito muy picado y se mete en un bol y se macera con un poco de ajo y perejil anterior. Ponemos un poco de miga de pan a remojar en leche. En una sartén, con un poco de aceite, se incorpora un poco del majado y a continuación se pocha cebolla muy picada hasta que este blanda. Dejamos escurrir la cebolla en un colador y se deja que enfríe un poco. Lo añadimos al bonito y amasamos. Añadimos la miga de pan escurrida y amasamos. Cortamos un poco de jamón serrano en trozos pequeños y lo amasamos . Batimos un huevo y lo incorporamos a la mezcla amasando todo muy bien. Formamos rollos y lo rebozamos con harina (hay que intentar que este muy bien cubierto para que nos se abran al freír). Freímos los rollos procurando que al principio este el aceite muy caliente y bajando la temperatura para que no se queme.
Preparación de la salsa: Hacer una pasta en el mortero con el majado que nos queda más un poco de vino blanco y dejar que se macere un rato. En una sartén grande colar un poco del aceite que utilizamos para freír los rollos y añadir un poco del majado (que previamente hemos reservado antes de ponerle el vino blanco) Inmediatamente poner una cucharada de harina y revolver hasta hacer una crema con cuidado de que no se queme. Incorporar los tomates pelados y dejar cocer ½ hora. Triturarlo con el pasapure en una cazuela (hay que hacer una salsa abundante para que el bonito no quede seco). Meter los rollos en la salsa y dejar cocer, a fuego lento, durante otros 15 minutos más vigilando que no se peguen.
ROL DE LAS PERSONAS
Las recetas son «narraciones» que enseñan no solo la forma de hacer la comida, sino que incluyen todo un universo de alimentos preferentes y sus formas de combinarse y cocinarse. Además, enseñan la visión «particular» de sujetos o familias sobre esto. Las recetas de la madre, de la tía tienen el valor añadido de ser heredadas de forma «directa» y por tanto se muestran como propiedad, como patrimonio. Incorporar el nombre del cocinero o cocinera, es una forma de reconocimiento a ese legado.