LOCALIZACIÓN

Librilla

DESCRIPCIÓN

Las pitanzas, de donde la fiesta toma su nombre, son unos panecillos redondos de unos 200 gramos que se elaboran el día 22 de agosto en la localidad de Librilla. Es uno de los actos, quizá el más original, que se enmarca en las fiestas patronales de San Bartolomé patrón de la localidad. Su origen está vinculado a la época medieval en la que años de penurias y epidemias azotaban a la población cuando había sequías. La fiesta empieza por la mañana con el ‘pasacalles de la recogida de la harina’, en el que autoridades locales, comisión de fiestas, y las reinas de las fiestas, recorren cada casa recogiendo entre los vecinos la harina que donan para que se elaboren las pitanzas. Durante la tarde los hornos de la localidad elaboran los panes, y durante la noche, el pueblo se reúne en la plaza del Ayuntamiento para recibir una lluvia de miles de panes realizada desde los balcones del Ayuntamiento. Existe la creencia que, guardando una pitanza en casa durante todo el año, no faltará el alimento a la familia.

ROL DE LAS PERSONAS

Es una celebración colectiva en la que el pueblo participa en su totalidad de una u otra manera (donando harina, recogiendo y guardando las pitanzas). Los roles más destacados serían los de la comisión de festejos, reinas de las fiestas y autoridades en su parte más pública, el sacerdote que bendice los panes antes de su lanzamiento, sin olvidar a los panaderos del pueblo que elaboran las pitanzas. Al tratarse de un acto festivo en la vía pública, y por su carácter peculiar, cada vez recibe a más público visitante.