Instalaciones alfareras del Barrio de las Ollerías de San Julián

By 9 noviembre, 2015 junio 1st, 2021 ESPACIOS CULTURALES, ESPACIOS CULTURALES - ARAGÓN

LOCALIZACIÓN

Teruel

DESCRIPCIÓN

Las instalaciones alfareras del Barrio de las Ollerías de San Julián, en Teruel, corresponden a dos conjuntos alfareros contiguos de características muy similares. Las instalaciones actuales parecen remontarse al siglo XIX, como aparecen en el plano de 1869 de Teruel, aunque posiblemente su ubicación arranque del siglo XVIII cuando se emitió la orden real de instalar talleres y alfares fuera del núcleo de la ciudad. Los dos conjuntos alfareros del barrio de San Julián se abren a un patio cercado o era, en la que se trituraban las arcillas con un rodillo de piedra, siendo posteriormente cribadas, amontonadas y mezcladas. También se empleaba para orear las piezas crudas, donde se ubican el pozo y las balsas. Cada uno de estos conjuntos consta de varios hornos especializados. Disponen de tres hornos, destinándose el más grande para la cantarería, mientras que los otros, se dedican a la cocción de piezas más pequeñas. El Barrio San Julián ha dedicado a su pasado alfarero placas en las calles alusivas al barrio, con las coplas joteras u estribillos, como el 53 del Cancionero de Teruel de S. Doporto: «Desde las ollerías/Hasta los Arcos/Relucen las hebillas/De tus zapatos». La cerámica, la ollería y la cantarería son formas de tratar el barro, para producir toda una tipología variada adecuada a las necesidades cotidianas del hogar y las labores agroganaderas.

ROL DE LAS PERSONAS

Las Ollerías han sido declaradas Bien Catalogado por el Gobierno de Aragón en 2005. La Fundación Ollerías Siglo XXI y la Asociación de Vecinos del Barrio de San Julián han respaldado e impulsado su conservación y exposición, contando con la colaboración de la familia Gorriz herederos del Alfar de su familia. Se vincula también el proyecto Life+ 2011 de la Unión Europea, que contempla la recuperación del entorno natural periurbano conocido como “Las Arcillas”, consistente en la recuperación de las antiguas canteras de arcilla que constituyen un paisaje cultural y poco común, vinculadas a la historia de Teruel y su cerámica mudéjar aplicada a la arquitectura también mudéjar.