LOCALIZACIÓN
Oviedo
DESCRIPCIÓN
Utensilios necesarios: vaciador de patatas, cazuela baja y ancha (tienen que entrar las cebollas enteras y sin amontonarse).
Ingredientes para 7 cebollas medianas: 7 cebollas de un tamaño similar, 3 latas de bonito en aceite, preferiblemente de oliva y de la mejor calidad posible, 1 huevo cocido, 1 lata pequeña de pimientos morrón (si tienes pimientos asados vale también), tomate frito Orlando, caldo de pollo o de cocido; aceite de oliva; sal; guindilla; un sobre de azafrán en rama.Preparación: Pelar las cebollas y vaciarlas dejando unas paredes de un dedo más o menos. Esta cebolla que hemos “sacado” se pone en la cazuela con una guindilla o dos, depende de lo picante que os guste, y se añade el aceite de las latas de atún y un poco más. Dejar pochar a fuego suave removiendo de vez en cuando. En tanto se pochan las cebollas, en un bol, se pone el bonito escurrido, el huevo cocido en trozos pequeños (mejor pisar con un tenedor para que quede muy desmenuzado), el pimiento en trozos muy pequeños, y añadir tomate frito y revolver hasta que tengas una pasta homogénea (si queda muy espesa añadir más tomate). Con una cuchara pequeña rellenar las cebollas apretando para que queden bien rellenas. En el momento que esa cebolla que hemos sacado esté bien pochada colocamos las cebollas encima teniendo cuidado de que no se amontonen (tienen que ocupar toda la cazuela); tenemos caliente el caldo y cubrimos las cebollas, dejamos que rompan a hervir, echamos el azafrán tapamos la cazuela y bajamos el fuego al mínimo y lo dejamos cocer durante 3 o 4 horas, depende de las cebollas, cuando las pinchemos y estén blandas las retiramos. Servir muy calientes acompañadas de patatas fritas, por ejemplo. ¡¡¡Buen provecho!!!
NOTA: El relleno se puede sustituir también por carne picada preparada como si fueran albóndigas y siguiendo los mismos pasos.
ROL DE LAS PERSONAS
Las cebollas son un alimento considerado habitualmente como un ingrediente de «acompañamiento”, se convierte en esta receta en protagonista, exigiendo además una habilidad técnica por parte del cocinero/a muy alta. Esta es una característica poco reseñada excepto en la cocina profesional. La cocina «de casa» exige en la mayor parte de los casos un conocimiento técnico que se adquiere a través de la tradición oral y de la mímesis. De ahí que muchas recetas «no funcionen» si no se tienen estas habilidades adquiridas. La proliferación de los canales audiovisuales de cocina va en este sentido de «enseñar» de forma completa.